Se acabó la prohibición de llevar líquidos en el equipaje de mano de los aviones
Un nuevo modelo de escáneres 3D avanzados demuestran en Reino Unido, Finlandia, EEUU o Países Bajos que no es necesario sacar los dispositivos electrónicos de la maleta, al tiempo que permiten llevar más cantidad de líquidos.
Suele ser una de las mayores molestias a la que los usuarios de un avión deben enfrentarse antes de despegar. El control de pasajeros es una de esas medidas de seguridad necesarias, pero que requieren de una preparación previa que a veces puede resultar engorrosa. Entre ellas se encuentra la obligación de separar los líquidos que se deseen portar, con una limitación de la cantidad aparejada.
Bien, pues esto podría llegar a desaparecer muy pronto y, de hecho, ya ocurre en las instalaciones de algunos países. El motivo se corresponde con los avances tecnológicos que se han producido en los escáneres 3D y donde están despuntando modernos modelos que hacen innecesarias algunas de estas medidas de control.
En ese marco, han destacado las declaraciones del secretario de estado de Transportes del Reino Unido, Mark Harper, quien adelantó la pasada semana que quieren simplificar los controles levantando la prohibición de llevar más de 100 mililitros de líquido. El horizonte hacia el que caminan supone un cambio considerable, pues pasarían a un máximo de dos litros.
Precisamente, en uno de los cinco aeropuertos de la capital británica, el de Stansted, ya han probado con éxito en los últimos meses estos modernos escáneres y las autoridades han dado el visto bueno. Además del cambio de los líquidos, permitirán pasar por el control de seguridad sin sacar artículos de tocador y artículos eléctricos grandes de sus maletas o mochilas. La fecha límite en Reino Unido está fijada en junio de 2024.
Una tendencia global
Este sistema ya impera en algunos aeropuertos de otros países como son los casos del Amsterdam Schiphol o Helsinki, donde ya no hay que separar los líquidos y el portátil del equipaje. La Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA), también ha probado los nuevos dispositivos en una quincena de aeropuertos, incluyendo algunos de la magnitud de Los Ángeles, Oakland, San Diego y Chicago.
Cabe destacar que esta tecnología que permitirá reducir considerablemente los tiempos de espera en el aeropuerto está conformada por un escáner de rayos X para tomografías computarizadas (CT). Es decir, que produce imágenes en 3D volumétricas de alta resolución para agilizar la inspección del equipaje, para lo cual se utilizan tanto la inspección visual del operador como el reconocimiento automático de objetos. Todo ello se traduce en bajos índices de falsas alarmas.