21 ago 2012

Los ingleses califican a Granada como la sexta mejor ciudad del mundo para viajar

Los ingleses califican a Granada como la sexta mejor ciudad del mundo para viajar

La revista británica Wanderlust Magazine la ha incluido entre las diez primeras en su ránking de mil 'joyas' que merece la pena visitar

Los turistas británicos consideran que Granada es una de las mejores ciudades del mundo para visitar y uno de sus destinos favoritos. Es la conclusión de los datos de una serie de encuestas realizadas por una de las más prestigiosas publicaciones turísticas de toda Europa, Wanderlust Magazine, que anualmente establece una lista de preferencias del turismo británico, que en 2012 se decanta por la ciudad de la Alhambra. Los consultados opinan y puntúan los viajes que realizaron el año anterior y hacen sus valoraciones con las que la revista realiza su lista de favoritos.

Según esos datos, por primera vez la ciudad de Granada aparece en el 'top ten', es decir, entre las diez mejores ciudades del mundo para visitar. Pero no solo está en esa exclusiva lista, sino que ocupa el puesto número seis, por encima de capitales como Berlín o Venecia, y también supera a todas las ciudades españolas. Esta relación forma parte de lo que Wanderlust Magazine denomina 'Joyas del turismo', con las que realiza y publica una lista de mil ciudades interesantes para viajar. Estar entre las diez primeras representa un importante espaldarazo.

La concejala Rocío Díaz afirma que es especialmente importante formar parte de ese listado «porque los datos se exponen en una de los encuentros profesionales de turismo más relevantes del mundo, el Destinations Travel Show, que se celebra en el mes de febrero en la ciudad de Londres. Estar en esa lista significa despertar el interés de touroperadores, guías de viajes, y todos los medios de comunicación especializados», dice la concejala.

 

«Líderes»

Para Rocío Díaz, la obtención de estas calificaciones «nos reconoce como líderes y nos anima a seguir trabajando por la mejora continua y para ofrecer lo mejor de esta tierra, que está abierta todo el año».

La inclusión de Granada como uno de los diez mejores destinos turísticos del mundo implica, para la concejala de Turismo, «que nos situamos en un escaparate internacional de primer orden, y que nos impulsa hacia un mercado difícil y muy exigente, como es el británico, que es el que más viajeros reporta a otras zonas del país como la Costa del Sol o Baleares. El hecho de que valoren así a Granada supone una gran esperanza de crecimiento». Rocío Díaz indica que los datos suponen no solo una posibilidad de mayor flujo de turistas procedentes del Reino Unido, sino que implicará un incremento en las pernoctaciones. «No solo vendrán desde la playa a conocer la Alhambra, sino que se quedarán a dormir en la ciudad, porque entre las valoraciones positivas que se hacen están el resto de los espacios monumentales y la capital en sí, con sus bares, sus tapas y sus rincones». Los turistas británicos valoran muchos aspectos de la ciudad, sus hoteles, accesos, movilidad en las calles, y lo que más destacan, además de sus monumentos, «es la amabilidad de sus gentes», comenta Rocío Díaz, que recuerda que estamos en un momento en el que aparecen destinos muy interesantes con precios muy competitivos, los llamados centros turísticos emergentes, y hay que competir con ellos. «La forma de ganar la batalla y atraer a los turistas es mediante la calidad en la oferta. En eso tenemos mucho que decir, y la prueba está en que ocupamos el sexto lugar en la lista de las mejores».

 

3 ago 2012

La Carrera del Darro de Granada, la calle más bonita del mundo (o casi).

De paseo por la calle más bonita del mundo (o casi)

Por: Paco Nadal


En el mundo hay avenidas monumentales hechas para impresionar o para albergar un desfile militar. Calles que parecen un catálogo de historia del arte. Vías a las que asoman palacios y mansiones, cuidados jardines, tiendas de lujo o lo mejor de la arquitectura de vanguardia.

Y luego está la Carrera del Darro.

La Carrera del Darro es la calle más bonita de Granada, una de las más hermosas que he visto y gozado en mi vida.

Es el cordón umbilical que une la ciudad vieja y la nueva, el embudo de piedra que a modo de estrechez de un reloj de arena separa los tiempos dispares que se viven a uno y otro lado. En un extremo, las calles moriscas, retorcidas y encaladas del Albayzín y el Sacromonte; el tiempo pausado, la huella de Al-Andalus. En el otro, la Granada renacentista y barroca; la llanura cristiana. Un capricho de la geografía quiso que para ir de uno a otro de estos mundos solo exista esta calle; o esto, o dar un rodeo de cuatro kilómetros.

La Carrera remonta serpenteante el pequeño río Darro, que separa las colinas de la Alhambra y del Albayzín. Desde la plaza Nueva hasta el paseo de Los Tristes no existe una sola mancha que rompa su embrujo intimista. Caminas por su suelo empedrado casi con reverencia, como si te hubieras colado sin permiso en las páginas de la historia, con el pretil del río a un lado y las fachadas de palacios barrocos y renacentistas al otro.

En uno de ellos se conservan los baños árabes más antiguos de España, donde el sol del mediodía forma bosques de luz al colarse por los vanos estrellados de sus bóvedas. Hay pequeños puentes arqueados sobre el río desde los tiempos de los Reyes Católicos, casas sencillas con balcones de forja y fachadas de revoco que escalan las laderas del barrio de la Churra, a la sombra de la Alhambra, e iglesias mudéjares que por mucho que lo intenten no pueden disimular un pasado como mezquitas.

Un poco más allá aparecen los restos de la Puerta del Cadí, acceso de la vieja medina nazarita. En otro rincón, las monjas del convento de San Bernardo venden rosquitos de anís y vino dulce de pasas a través del torno. Del Albayzín bajan callejones de estrecheces morunas y nombre enamoradizos como la calle del Gloria, el callejón del Candil o el del Horno del Oro.

Y siempre, la torres de la Alhambra, con sus serenos perfiles simétricos, vigilantes allá arriba en el cerro.

No hay calle en el mundo con una escenografía tan redonda. La Carrera del Darro es el gran espectáculo urbano de Granada.

Si además paseas por ella en el crepúsculo, cuando la luz anaranjada de las farolas hace más hechizantes los perfiles del río, de los puentes y de los palacios y las lucecitas blancas del Albayzín menudean sobre el lienzo turquesa del ocaso adquieres la certeza de que podría ser (casi) la calle más bonita del mundo.

PD: la Carrera del Darro ha sido peatonalizada hace poco y solo pueden pasar vehículos públicos o de reparto a determinadas horas y con muchas restricciones. Con esta medida la calle ha ganado mucho para el peatón y para el turista, pero los vecinos al Albayzín bajo andan cabreados porque esa medida les trae graves problemas de comunicación. No hay ningún supermercado en el barrio y ahora tienen que ir a pie hasta Plaza Nueva. Nunca llueve al gusto de todos.