3 abr 2014

Secretos de Córdoba: los túneles secretos de la Mezquita de Córdoba.

Secretos de Córdoba: los túneles secretos de la Mezquita de Córdoba.

La Mezquita de Córdoba es uno de los principales complejos arquitectónicos de nuestro país y una de las maravillas que albergamos en España.

No es de extrañar que cada año visiten este impresionante monumento más de 1 millón de turistas procedentes de todos los rincones del mundo que se alojan en algún hotel de Córdoba como los que ofrece Expedia.

Alrededor de esta figura han surgido a lo largo de los años numerosas historias y leyendas. Una de las más populares es, sin duda, la creencia de que durante la época califal existían varios pasadizos y túneles secretos que recorrían toda Córdoba.

El más famoso de estos túneles es el que, se supone, unía la ciudad palatina de Medina Azahara y la mezquita de Córdoba. Dice la leyenda que el mismo califa atravesaba este misterioso pasadizo a caballo para realizar sus rezos diarios.

A pesar de que jamás ha habido ninguna prueba sobre la existencia real de este túnel, existe una autentica creencia entre la población cordobesa que ha sido transmitida de generación a generación desde hace cientos de años.

Esta historia que se ha convertido en leyenda con el paso de los años tiene algo de realidad. Y es que si es cierto que en la Córdoba Omeya existían numerosos pasadizos que respondían a las necesidades estratégicas de nobles y califas.

Así, existía un túnel que conectaba el alcázar, antigua residencia de los califas y emires de Córdoba, con la Mezquita conocido como Sabat. Este pasadizo se dividía en dos partes. Una de ellas es exterior, y contaba con un puente con tres arcos que cruzaba la calle. La otra parte estaba oculta detrás del muro de la alquibla en el interior de la propia Mezquita de Córdoba. Igualmente, dentro del pasadizo se podían distinguir hasta 8 habitaciones diferentes.

Su construcción se llevó a cabo entre los años 970 y 972 y fue destruido en tu totalidad durante el siglo XVII. Sin embargo, aún quedan vestigios de este Sabat en la parte correspondiente a la Mezquita donde aún se conserva la puerta de acceso, así como la puerta donde se unía el puente.

Sin embargo, hubo otros Sabat anteriores, como el construido por ‘Abd Allah (888-912), que consistía en un puente que cruzaba la calzada aunque en este caso el Sabat no tenía una continuación en el interior de la mezquita.